Chicureo – Guanaqueros – Etapa 3
Chicureo – Guanaqueros – Etapa 3
Tercera etapa: Combarbalá – Guanaqueros
El tercer día comenzó con una fuerte lluvia que no cesó durante toda la noche y se intensificaba en el momento del desayuno. Los ciclistas, preocupados y temerosos, observaban con inquietud al personal arreglar sus bicicletas bajo la lluvia. Algunos mostraron interés en partir más adelante, mientras que otros optaron por salir desde el hotel. Se decidió dar un plazo hasta las 10:30 para ver si la lluvia amainaba, pero al acercarse la hora de salida, esta seguía aumentando en intensidad sin tregua.
Finalmente, ocho valientes ciclistas decidieron iniciar la jornada bajo la lluvia: Mario, Pato, Manuel, Cristóbal, Ricardo, Felipe Pérez, Esteban y Lobito. Los primeros kilómetros resultaron incómodos, con la lluvia formando ríos y charcos en el camino, el frío penetrando en la ropa mojada y el viento soplando fuerte en las bajadas, lo que exigía un esfuerzo extra para mantener la temperatura corporal.
A pesar de las adversidades, el grupo permanecía unido como un equipo fuerte y motivado. En el pelotón se escuchaban risas, cantos y chistes, lo que facilitaba la difícil tarea que estaban llevando a cabo. Alrededor del kilómetro 60, la lluvia empezó a ceder y aprovechamos una parada improvisada para cambiarse de ropa, alimentarse y seguir adelante.
Se unieron al equipo el capitán Pruzzo, el joven Felipe Pizarro y Jaime Acle, quienes aportaron frescura al grupo. A partir de ese momento, el panorama cambió drásticamente: el cielo se despejaba y prometía una llegada majestuosa a su destino final. Pedaleando con fuerza, llegamos a la carretera 5 norte, atravesando los humedales rodeados de exuberante vegetación. Al llegar a Tongoy, sabían que ya faltaba poco para Guanaqueros, con una larga recta que los llevaría directamente al ansiado mar.
La llegada fue tal como la habíamos soñado: el sol brillaba sobre las aguas cristalinas y las coloridas casas de los cerros, creando una combinación perfecta con los aromas del puerto. Avanzaron por las calles con la sensación de haber conquistado un desafío, inundados de alegría y felicidad. ¡Lo habíamos logrado, a pesar de todas las adversidades que se nos presentaron en el camino!